Ayer publicamos la primera parte de esta interesante entrevista publicada hace ya tiempo en Training Fútbol por Jesús Cuadrado Pino que puedes leer pulsando aquí. La segunda parte de esta entrevista realizada a Francisco Seirul.lo trata temas de planificación y muestra su opinión sobre los test de evaluación realizado a los futbolistas.
La planificación del entrenamiento en el fútbol, ¿puede seguir un modelo predeterminado, o hay que planificar en función de la adaptación del futbolista a las tareas del entrenamiento y en función de su aprendizaje de las acciones tácticas planteadas?.
La planificación contempla una relación de acontecimientos de entrenamiento de un deportista o grupo de jugadores, que los construye el entrenador al objeto de optimizar las cualidades de sus discípulos. Si es una buena planificación, esas previsiones que realiza el entrenador, están ordenadas bajo diferentes criterios, unos de ellos son predeterminados y muy rígidos, pues aseguran que los contenidos están deacuerdo con los principales y comunes objetivos por lograr. Otros, que también están propuestos, tienen que realizarse individualmente pero bajo condiciones acomodadas a diferentes criterios, como resultados, adaptación o validez..., dado que atienden a objetivos particulares y no pueden obstaculizar el logro común del anterior criterio, sino que por su plasticidad se moldean para cooperar desde la particularidad al logro de los objetivos prioritarios.
En el fútbol hay un gran número de competiciones (partidos) al año y están distribuidas a lo largo de casi once meses, ¿en qué medida condiciona esto a la planificación de cada temporada?.
Condiciona totalmente la planificación y creemos necesario construir una propuesta específica para los deportes de esta categoría, pues las propuestas tradicionales no contemplan este diluvio de competiciones en un solo ciclo de entrenamientos.
La teoría del entrenamiento indica que el estado óptimo de forma no dura mucho tiempo, sin embargo, en el fútbol hay que rendir al máximo casi todo el año, ¿se puede elaborar una planificación específica en el fútbol que asegure el mantenimiento de un estado ideal de forma durante casi toda la temporada?.
Como hemos expuesto en anteriores preguntas, es necesario construir una planificación específica para el fútbol y el grupo de deportes de parecidas circunstancias. La solución es mantener al jugador en un alto estado de forma, por debajo del óptimo, durante toda la temporada y en situaciones puntuales acceder al estado óptimo para regresar al nivel anterior. La planificación por micro-estructuración, que durante más de 15 años llevamos construyendo y probando en diferentes deportes, pretende estos resultados y es una buena respuesta a las necesidades de este grupo de deportes.
En parte está contestada en la primera pregunta y es que en las planificaciones de los deportes individuales y por extensión a los de equipo, se hacen propuestas muy cerradas, se intenta que “este jugador” se adapte “al jugador” que teóricamente se ha construido por la experiencia de un grupo de entrenadores, que bajo la justificación de la ciencia lo proponen como modelo ideal de jugador para la práctica de ese deporte. El jugador que se adapta a ese modelo, es quien rinde, según ellos, más en ese deporte. Es decir, el modelo del jugador se construye desde el deporte, a partir de como ciertos entrenadores interpretan el deporte suponiendo que su interpretación es la única, la mejor, sin darse cuenta que esa construcción en la mayoría de casos la realizan con la experiencia acumulada por el éxito de un jugador o en el mejor de los casos por un grupo de jugadores que tuvieron éxito siguiendo ese modelo por él o su grupo construido; Sin reparar, o acaso sí, en que sólo triunfan con él cierto perfil de jugadores que son los que por casualidad tienen muy parecida bioestructura a aquellos. El resto según ellos no valen para ese deporte. Así se han malgastado muchos deportistas que fueron muy disciplinados y siguieron a rajatabla tales planificaciones no adecuadas a sus capacidades. Por ello muchos jugadores con “otros talentos” no encajan con ciertos modelos de planificación propuestos por ciertos entrenadores y si lo hacen con otros. Creemos que el entrenador debe por ello construir sus propuestas desde las necesidades que tiene el jugador y no desde una premeditada concepción del deporte por muy elaborada y justificada que se tenga.
¿El periodo de cada semana es el único ciclo de entrenamiento que puede tenerse en cuenta durante la fase competitiva, en el fútbol?.
Según la propuesta de micro-estructuración la semana es la unidad fundamental de la estructura de esa planificación, pues el jugador necesita adecuar sus procesos de optimización para poder rendir a un suficiente nivel, uno o dos días dentro de ese micro ciclo semanal.
¿Para diseñar la planificación es necesario conocer con antelación el calendario de competición, en relación a los equipos a los que nos tenemos que enfrentar en cada fecha; o este dato no tiene trascendencia?
El calendario de competición se conoce ya antes de hacer el Proyecto de Entrenamiento. El Proyecto de entrenamiento debe adecuar sus estrategias y objetivos a dicho calendario, para lo cual hay que hacer estimaciones y supuestos, no sólo sobre el calendario, sino también sobre la forma de confeccionar y utilizar la propia plantilla de jugadores, la elección de los sistemas de juego por utilizar, la tecnología disponible, la funcionalidad del equipo de entrenamiento..., con todo ello organizado en fases, se puede iniciar la Planificación que por supuesto se verá influida por la competición, pero la mayor influencia debe ser la de satisfacer las necesidades de optimización de los jugadores, frente a las exigencias del rendimiento competitivo durante la larga temporada competitiva.
Preguntas de test de evaluación
En el fútbol, ¿pueden realizarse tests de control del entrenamiento objetivos?.
En el fútbol, como en cualquier deporte, se pueden realizar test objetivos pues la objetividad es necesaria para superar los criterios de calidad y que el test pueda ser validado. Para controlar el entrenamiento deben realizarse observaciones objetivas sobre ciertas condiciones de las propias tareas de entrenamiento que realice este grupo de jugadores y que son consideradas como muy útiles para reconocer el nivel de optimización logrado en aquellos sistemas que permiten esa realización a cada jugador. No hace falta ningún otro test.
... Y ¿tests objetivos para el control de los partidos?.
Sólo hay que establecer unos criterios de observación y entrenar a los observadores para realizar la observación y el registro bajo esos criterios. Después se deberá hacer un tratamiento estadístico de esos datos registrados para sacar las conclusiones oportunas. Lo realmente interesante es qué observar y la utilidad de las conclusiones de esas observaciones realizadas y no si el coeficiente de objetividad es de 0,65 o de 0,90 de este o aquel test.
¿No crees que los jugadores no se motivan en los tests de esfuerzo que se realizan en el laboratorio, no se esfuerzan para llegar a su máximo umbral de trabajo y, como consecuencia de ello, nos encontramos con que estos tests no nos valen de nada, porque no nos dan ninguna referencia válida?.
Es difícil, pues lo ven demasiado lejos de su práctica en el campo. Pero este no es sólo el motivo por el que este tipo de test puedan ser o no válidos para el diseño de las cargas de entrenamiento. Si nosotros utilizamos métodos generales, estos test son muy útiles, pero si nuestra propuesta es utilizar métodos especiales, estos test no nos valen, pues miden cualidades genéricas. Lo mismo nos sucede en distintos test de campo. Debemos ser coherentes para saber que queremos que nos den los test y no pedir lo que no nos pueden dar, o lo que es peor, mediatizar nuestra práctica simplemente porque un test nos indica un dato cuya interpretación confunde nuestras decisiones respecto el entrenamiento que debemos realizar. ¿Verdad que por el ruido que hace un motor al ralentí analizado por el mejor audímetro no podemos predecir su rendimiento en las 24 h de Daitona?.
¿Qué mecanismos de control podrían establecerse en el fútbol para cuantificar la evolución del equipo y su rendimiento, de una manera objetiva?.
Lo primero es determinar qué queremos controlar, definido el objetivo se pueden articular los procedimientos, diseñarlos y utilizar o establecer los medios tecnológicos necesarios. Después está el tratamiento que se haga del material logrado con esos procedimientos. Si quieres controlar el rendimiento, debes definir que es ese concepto y diseñar los procedimientos para ese control. Si en tu filosofía la evolución del equipo es sinónimo de rendimiento es diferente a que si las evoluciones son consideradas como variables situacionales o son variables comunicativas o son estadios inestables para acceder a otros más estables... Es decir, cada forma de comprender y definir el juego determinará los mecanismos de control más eficaces.
¿La calificación del jugador sólo puede determinarse por su nivel deactuación durante las acciones específicas de cada partido, o hay otros medios de evaluar objetivamente al futbolista?.
La calificación estricta de su actuación durante el juego, se debe evaluar a través de su actuación durante el juego, es decir, por sus acciones específicas en cada partido y deberán establecerse criterios claros para que esa observación sea de aspectos cualitativos, cuantitativos, en valores de técnica, táctica, emotivos o del campo de actuación que se le haya encomendado y luego de haberlo comprendido el jugador. Muchas veces la calificación del jugador es una calificación del proceso de entrenamiento realizado pues si en éste no hay propuestas de conceptos inequívocos y practicados desde la variabilidad y la variación, posiblemente el jugador en el campo será incapaz de ejecutarlos y será negativamente valorado.
¿Para cuantificar la prestación del equipo en cada partido y valorarla adecuadamente, son útiles las anotaciones del número de acciones realizadas?. Es decir, ¿son datos relevantes el número de realizaciones de pases cortos, pases largos, conducciones, regates, tiros, remates de cabeza, despejes, interceptaciones, desviaciones, robos de balón, etc.?. ¿Tener anotadas estas acciones y poseer una estadística de estos datos, nos puede servir de algo a la hora de planificar el entrenamiento o de corregir posibles deficiencias del equipo?.
Cuantificar la realidad así, es descontextualizarla y los datos descontextualizados no nos valen para evaluar o tomar decisiones sobre un individuo o un proceso. Debemos estudiar el fenómeno en la situación que se produce, definiendo claramente la realidad de esa situación. Hay que investigar los componentes de esa situación, para concluir en los elementos que debemos observar, los que entendemos son más significativos, los más directamente responsables de que esta situación se haya dado en esos términos y no en otros. La primera propuesta es del paradigma tradicional, que sólo utiliza métodos cuantitativos, la propuesta del fútbol debe ser el paradigma naturista, que utiliza métodos cualitativos, incluso el conocimiento tácito no fácilmente comunicable y que en muchos casos rige la práctica competitiva sobre todo cuando hay contacto directo con el oponente y con tus propios compañeros. ¿O es que alguien que haya jugado al fútbol valora igual una pérdida de balón de 1x1 de un delantero que la de un defensa que deja al delantero contrario en posición de marcar?.
¿En el proceso de control del entrenamiento, pueden sernos útiles las valoraciones subjetivas de los propios jugadores, realizadas antes, durante y después del entrenamiento?.
Todos los procesos de control y de evaluación deben ser previamente ensayados por quienes los vayan a realizar. Entendemos que durante los entrenamientos debe entrenarse la auto-observación y auto-evaluación, así como el momento y la forma de comunicación de las observaciones así realizadas. Estas valoraciones subjetivas deben ser entrenadas y deben contrastarse con las que hace el entrenador y la que hace cada jugador de los otros jugadores. Sería extraordinario que concurriera en ella también la de los jugadores contrarios pero esto es aun más inviable. Si el entrenador y los jugadores tienen claros los criterios de observación, sólo falta decidir el momento y la tecnología que utilizaremos para cruzar esa inestimable información que con toda seguridad es tan valiosa para la optimización del jugador como su propia práctica, porque sólo a través del conocimiento racional de nuestras
acciones, estamos en vías de poderlas modificar en otras actuaciones y de eso se trata..., por ello consideramos muy válidas este tipo de valoraciones si cumplen con los criterios arriba indicados.
AUTOR: Jesús Cuadrado Pino
FUENTE: www.slideshare.net
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